La escuela primaria Antonio Caso, en la alcaldía Miguel Hidalgo, es uno de los centros educativos que cuenta con el sistema de captación de agua de lluvia y se espera que el total de las escuelas de la capital cuenten con sus cosechadores en los próximos días.

El programa Escuelas de Captación permite que el agua pluvial que se cosecha en la totalidad de los planteles de educación básica, sea utilizados en los servicios de higiene de las escuelas, como sanitarios y actividades de limpieza.

Se estima que en la temporada de lluvias en las mil 922 primarias y secundarias públicas de la Ciudad de México, se podrán almacenar hasta 198 millones de litros, equivalente a 20 mil pipas de 20 mil litros.

La inversión en este programa asciende a los 300 millones de pesos, que serán en beneficio de un millón 200 mil alumnos y docentes.

Captación de agua de lluvia

Los sistemas de captación de agua de lluvia cuentan con filtros y equipo de cloración para evitar la descomposición de materia orgánica. Posteriormente, líquido se envía a una cisterna de cinco mil litros de capacidad.

También quitan presión a los pozos de extracción en la capital y disminuyen la emisión de gases de efecto invernadero porque se ahorra en el uso de energía para bombeo.

Por otro lado la Secretaría del Medio Ambiente local (Sedema) continúa implementando sistemas de captación pluvial en hogares con altos índices de pobreza y dificultades en el suministro de agua. Desde 2019, se han instalado aproximadamente 63 mil sistemas de cosecha de lluvia, con un 65% ubicados en viviendas encabezadas por mujeres.

Tan sólo en noviembre y diciembre del año pasado, la Sedema instaló 138 sistemas de cosecha de lluvia en 72 planteles educativos de la alcaldía Milpa Alta. Con ello, benefició a 40 mil personas de la comunidad educativa.

El consejero electoral del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), Mauricio Huesca, señaló que los jóvenes de entre 18 y 33 años de edad representan el 33% del padrón electoral de la capital del país, por lo que podrían definir las elecciones del 2 de junio.

No obstante, de los 2.6 millones de jóvenes en posibilidad de votar, en la última elección presidencial y de Jefatura de Gobierno en 2018, sólo 53% salió a las urnas.

¿Por qué los jóvenes no votan?

En un encuentro, Huesca y Gisela Rubach, especialista del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), coincidieron que esta falta de participación es debido a los siguientes factores:

• Pérdida de identidad política
• Falta de representatividad en las candidaturas
• Asociación de la política con corrupción
• Los partidos políticos no logran conectar efectivamente con este sector

Sobre el último punto, los expertos señalaron que las y los políticos no han logrado entender las nuevas formas de comunicación de estas generaciones. En ese sentido destacaron que la propaganda en vía pública ya no es una opción atractiva “porque estamos ensuciando su ambiente, estamos dejando una huella de carbono que les va a tocar enfrentar; estas personas buscan mecanismos más orgánicos de comunicación, menos agresivos y menos violentos con el medio ambiente”.

Por otro lado, también mencionaron que históricamente, alrededor del 70% de los primovotantes (que este año suman unos 223 mil) ejercen su voto por la emoción de cumplir su mayoría de edad. Sin embargo, dejan de participar en aproximadamente tres procesos electorales y regresan al cuarto proceso electoral, cuando son económicamente activos.

Voto joven a nivel nacional

La tendencia es similar a nivel nacional, pues las personas entre 18 y 34 años suman el 37.4% del total el padrón electoral, de acuerdo a datos del el Instituto Nacional Electoral (INE). No obstante, de los 29.7 millones de jóvenes y jóvenes-adultos que podían votar en la elección presidencial de 2018, sólo asistieron a las urnas poco más de 16 millones.

El jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, supervisó las acciones del programa de chatarrización mayo 2024, mediante el cual se han retirado de la vía pública 33 mil vehículos en situación de abandono.

Este programa consiste en el levantamiento de vehículos con reporte de abandono y aquellos que permanecieron mucho tiempo estacionados en vía pública. Normalmente, esos automóviles sirven como refugio de delincuentes, basureros y espacios para la fauna nociva.

Recursos del programa de chatarrización

Luego de retirarlos y vender los residuos ferrosos, la Secretaría de Administración y Finanzas capitalina (SAF) administra dichos recursos, con los cuales realiza la compra de grúas que se entregan a la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC).

Del 2019 a la fecha se han chatarrizado 33 mil vehículos, lo que generado ingresos suficientes para comprar 17 grúas, según informaron las autoridades.

Finalmente, el mandatario local reconoció el trabajo de la SSC y la Fiscalía General de Justicia capitalina (FGJ-CDMX) por el trabajo realizado en materia de prevención del delito, así como la captura de generadores de violencia.

Renovación del transporte público

Cabe mencionar que el proceso de chatarrización también se ha realizado en diversas rutas de transporte público, en alcaldías como Coyoacán e Iztapalapa.

Asimismo, con el objetivo de renovar las flotillas de camiones y microbuses, la Secretaría de Movilidad (Semovi) lanzó en marzo, el programa para sustituir unidades de transporte público que cuenten por lo menos con 10 años de antigüedad en Xochimilco y Azcapotzalco.

De esta manera, se destina un presupuesto de hasta  450 mil pesos por la chatarrización de cada unidad. Además, el servicio con las nuevas unidades de transporte mejora la calidad de viaje de la ciudadanía con recorridos más ágiles y eficaces.